Reloj

jueves, 4 de marzo de 2010

LOS ERRORES MEDICOS II


LOS ERRORES MEDICOS
Por: Dr. Elmer Huerta

¿Le han robado algo a usted alguna vez? ¿Puede describir con palabras lo que se siente al entrar a la casa y darse cuenta que le han robado, o llegar al estacionamiento y darse cuenta que su carro ha desaparecido? Es muy probable que sentimientos muy parecidos hayan asaltado la mente del señor Jorge Villanueva Morales al despertar de la anestesia en el hospital Alberto Sabogal del Callao. Le habían robado su única pierna sana. A pesar de sus advertencias, el cirujano le había amputado la pierna equivocada.

Manual de Implementacion de la Lista de Verificación de la Seguridad de la Cirugía de la OMS

Los errores médicos son desafortunadamente muy frecuentes. El estudio más importante que se ha hecho sobre el tema fue publicado en noviembre de 1999 por el Instituto de Medicina de los EE.UU., una prestigiosa organización perteneciente a la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.

El documento (cuyo resumen ejecutivo usaré para este post) es muy revelador: se encontró que solo en EE.UU., entre 44.000 y 98.000 personas mueren cada año como consecuencia de un error médico. Incluso usando el estimado más bajo, los muertos por errores médicos son más numerosos que los que fallecen en accidentes de transito (43.458), cáncer del seno (42.297) y sida (16.516). Se calcula que los errores en la administración de medicinas matan aproximadamente 7.000 personas al año.

Los errores ocurren no solo en los hospitales sino también en los consultorios particulares, farmacias, emergencias y en el hogar. Los más estudiados y publicitados, como el del señor Villanueva, son aquellos que ocurren en los hospitales. Se calcula que los errores médicos ocasionan casi 40.000 millones de dólares de gastos al año solo en EE.UU., 17.000 millones de los cuales son errores prevenibles.

De acuerdo al reporte, este asunto de los errores médicos no es nada nuevo, ha ocurrido siempre, pero ha sido más publicitado en los últimos 20 o 30 años. La prueba de que siempre han ocurrido es que el público siempre ha tenido mucho miedo de “caer en manos” del sistema médico. Un estudio de la Fundación Nacional de Seguridad del Paciente demostró por ejemplo que el 42% de las personas había sido alguna vez afectada por un error médico, ya sea en persona o en la persona de un amigo o familiar. Del mismo modo, el 32% dijo que un error médico había perjudicado permanentemente la salud de la persona afectada. La mayoría de las personas entrevistadas dijo que el sistema de salud era solo “moderadamente seguro”.
Otro estudio, de la Sociedad Americana de Farmacéuticos de Sistemas de Salud, demostró que el 61% de personas tenía temor de que le den una medicina equivocada, el 58% de que le den medicinas que choquen entre ellas y el 56% miedo de presentar complicaciones como consecuencia de algún procedimiento médico.

Lo interesante de los errores médicos es que al ser preguntado, el público piensa que estos son solamente responsabilidad del profesional médico implicado en el error. Por ejemplo, al ser preguntados cómo se podría solucionar el problema de los errores médicos, el 75% dijo que lo mejor sería retirar de la práctica a los profesionales con un historial de errores repetidos, y el 69% pensaba que el problema podía ser corregido con una mejor capacitación y entrenamiento de los profesionales médicos.

Siguiendo esa línea de pensamiento, estoy seguro que usted, amable lector, está pensando que en el caso del Sr. Villanueva en el Callao, el único culpable de tan craso error es el cirujano. Seguro que al enterarse de la noticia, usted pensó: ¡que bárbaro, qué bestia, qué bruto, cómo pudo haber amputado la pierna equivocada!
Pero la conclusión del importante estudio del Instituto de Medicina (y el punto central de este post) es que la culpa del error no es solamente de la persona que yerra, sino del sistema de salud en el cual trabaja ese profesional. Un sistema de salud que al no estar preparado para minimizar los errores que cualquier ser humano puede cometer, permite que las cosas se hagan sin orden y sistema. En otras palabras, culpar solo al profesional que comete un error es como matar al mensajero que le trae una mala noticia… Tan culpable como el profesional médico es el sistema de salud que no está preparado para minimizar los errores.

Existen varios ejemplos que demuestran cómo un cambio de sistema puede disminuir el error médico. Por ejemplo, incluir a un farmacéutico en las rondas de visita que hacen los médicos con sus pacientes en los hospitales, disminuyó el porcentaje de errores de farmacia en un 66%. Sin duda que mejorar el sistema de atención con la presencia y opinión del farmacéutico contribuyó a disminuir el porcentaje de errores del grupo de médicos y enfermeras. De igual modo, cuando los anestesistas usan estrictos protocolos de acción en la sala de operaciones, los errores se reducen en un 700%. Es decir, independientemente de la inteligencia y aptitud del anestesista, si todos tienen que cumplir la misma rutina, el cambio de sistema reduce la probabilidad de un error.

En esta discusión es importante también saber diferenciar entre los dos grandes tipos de errores que se pueden producir: el error medico y el evento adverso. De acuerdo al Instituto de Medicina, un error médico se produce cuando se falla en cumplir una acción previamente planificada o cuando se usa un plan equivocado para conseguir un fin. Es decir, si al amputar una pierna, el cirujano no sigue al pie de la letra el plan de acción previamente determinado que tiene el sistema hospitalario para ese procedimiento, entonces se puede amputar la pierna equivocada.

¿Pero qué pasa si el hospital no tiene ese plan de acción previamente planificado? ¿Qué pasa si cada cirujano es dejado a que opere a su libre albedrío, a que cada enfermera o anestesista actúe de acuerdo a su inspiración? En ese caso entonces, tan culpable como el médico, la enfermera o el anestesista, lo es el sistema hospitalario que ha fallado en minimizar la posibilidad de un error humano.

Por su parte, el evento adverso se define como el daño causado por una intervención médica, más que por la enfermedad de fondo. En otras palabras, si un paciente con severa enfermedad del corazón recibe por error una dosis excesiva de digoxina (un medicamento maravilloso pero que puede fácilmente intoxicar) y sufre un paro cardíaco, entonces se puede decir que la causa de muerte fue un evento adverso de la digoxina y no la grave enfermedad cardíaca de fondo.
Aparte de errores médicos terribles como la amputación equivocada que motiva este post o los efectos adversos de las medicinas, existen muchos otros tipos de errores médicos. Algunos de ellos son:

• Un error diagnóstico que lleva a escoger un tratamiento equivocado; una falla en pedir una prueba diagnóstica determinada; una mala interpretación de un examen diagnóstico o el no actuar cuando el paciente tiene un resultado anormal.
• Fallas de equipos médicos, como un desfibrilador cardíaco sin baterías o una bomba de infusión no bien mantenida y que no inyecta la medicina al paciente.
• Infecciones hospitalarias e infecciones postoperatorias (¿se acuerdan de las famosas pseudomonas?)
• Daños causados por transfusiones de sangre, como por ejemplo ponerle una transfusión de un grupo sanguíneo diferente al paciente.
• No seguir las órdenes médicas, como por ejemplo, darle de comer a un paciente recién operado.

Es increíble pero la gran mayoría de errores médicos y eventos adversos son prevenibles. Un estudio que revisó 1.113 historias médicas encontró por ejemplo que 70% de esos errores eran prevenibles, 6% potencialmente prevenibles y solo 24% eran no prevenibles. Otro estudio, que revisó 15.000 historias médicas en Colorado y Utah, encontró que el 54% de todos los errores médicos eran prevenibles.
Un estudio publicado en enero del 2009 encontró que introduciendo un simple método de verificación de datos antes de la cirugía, se logro disminuir la mortalidad de 1.5% a 0.8% y las complicaciones de 11.0% a 7.0%.
De acuerdo al reporte del Instituto de Medicina, los pasos más importantes en la prevención de los errores médicos son:

• Uso de la informática y la tecnología. Elementos como las computadoras de mano para escribir recetas y dar las órdenes médicas podrían eliminar los tan frfecuentes errores de lectura, causados por la proverbial pésima caligrafía de los médicos.
• Eliminar los medicamentos y procedimientos que tengan una pronunciación muy parecida o que se escriban de manera similar; o medicamentos que tengan una apariencia similar (cajas y frascos del mismo color)
• Estandarización de las políticas y protocolos de tratamiento para evitar la confusión y el confiar en la memoria del individuo, la cual como sabemos nos traiciona con frecuencia

Con respecto a este último punto, la aplicación de este simple protocolo, publicado en respuesta al problema de los errores quirúrgicos por la Organización Mundial de la Salud en el 2009; le hubiera podido salvar la pierna sana al Sr. Villanueva.
En ese simple protocolo (ver figuras) se aprecian las simples preguntas que deben hacerse antes de anestesiar al paciente, antes de hacer el primer corte y antes de que salga del quirófano. En el caso del Sr. Villanueva, evidentemente no se hicieron las preguntas y verificaciones necesarias para minimizar el error.

Error Médico o Negligencia Médica?


Errores médicos

• ¿Para qué es este medicamento?
• ¿Cómo debo tomármelo y durante cuánto tiempo?
• ¿Qué efectos secundarios es probable que ocurran? ¿Qué
hago si ocurren?
• ¿Es seguro tomar este medicamento con otros
medicamentos —tanto aquellos que se obtienen con
prescripción como los que no la requieren— o
suplementos dietéticos que estoy tomando?
• ¿Qué comidas, bebidas o actividades debo evitar mientras
estoy tomando este medicamento?


¿es segura la operacion que se va realizar a mi familiar?


¿Cuantas horas de ayuno debo tener para recibir Anestesia o Sedoanalgesia?
¿Cómo puedo ayudar a protegerme contra errores médicos?




Consejos para ayudar a prevenirlos

Los errores médicos son una de las principales causas de
muerte y lesiones en cualquier parte del mundo,en nuestro pais o en otra latitud del globo; asi como también en la nación estadounidense.
Un informe del Institute of Medicine (Instituto de Medicina) estima el número
de personas que mueren en los hospitales de los E.U.A. cada
año a consecuencia de errores médicos entre 44.000 y 98.000.
Con el objeto de hacer que el sistema de salud de los E.U.A. sea
más seguro están trabajando en conjunto agencias
gubernamentales, compradores de cuidados de atención médica
para grupos, médicos y otros proveedores de cuidados médicos.




1. La forma más importante como usted puede ayudar a
prevenir errores médicos es ser un miembro activo de su
equipo de cuidados de salud. Eso significa tomar parte en
cada decisión acerca de su cuidado de salud. Los estudios
muestran que los pacientes que están más involucrados en
su cuidado tienden a obtener mejores resultados.

2. Asegúrese de que todos sus médicos saben todo lo que
usted está tomando. Esto incluye medicamentos que se
obtienen con prescripción y aquellos que no necesitan
prescripción y suplementos dietéticos tales como vitaminas
y hierbas. Por lo menos una vez al año traiga todos susmedicamentos y suplementos consigo cuando visite a su médico.

3. Asegúrese de que su médico sabe acerca de cualquier
alergia y reacciones farmacológicas adversas que usted
haya tenido. Esto le puede ayudar a evitar el recibir un
medicamento que le pueda hacer daño.

4. Cuando su médico le escriba una prescripción asegúrese
de que usted pueda leerla. Si usted no puede leer la letra
de su médico es posible que su farmacéutico tampoco
pueda hacerlo.

5. Pida información acerca de sus medicamentos en términos
que usted pueda comprender tanto cuando le prescriban
los medicamentos como cuando se los entregan. Vea la
lista del cuadro de abajo con preguntas que usted debería
hacer acerca de su prescripción.

6. Cuando usted recoge su medicamento en la farmacia
pregunte si ese es el medicamento que su médico le
prescribió. Un estudio realizado por el Massachusetts
College of Pharmacy and Allied Health Sciences (Colegio
de Farmacología y Ciencias de la Salud de Massachusetts)
encontró que el 88% de los errores relacionados con
medicamentos eran recibir el medicamento errado o la
dosis errada.

7. Si usted tiene cualquier pregunta acerca de las
instrucciones en los rótulos de los medicamentos pregunte.
Los rótulos de los medicamentos pueden ser difíciles de
comprender. Por ejemplo pregunte si "cuatro dosis
diarias" significa tomar una dosis cada 6 horas durante 24
horas o solo durante las horas del día en que usted está
despierto.

8. Pregúntele a su farmacéutico cual es el mejor dispositivo
para medir sus medicamentos líquidos. También haga
preguntas si usted no está seguro de cómo usarlo. Los
estudios muestran que muchas personas no comprenden la
forma apropiada de tomar los medicamentos líquidos. Por
ejemplo, muchos usan cucharitas caseras las cuales con
frecuencia no pueden contener una verdadera cucharadita
de líquido.

9. Pida información escrita acerca de los efectos secundarios
que su medicamento puede causar. Si usted sabe lo que
podría pasar usted va a estar mejor preparado si esto
ocurre, o si en cambio ocurre algo inesperado. De esa
manera usted puede reportar el problema enseguida y
obtener ayuda antes de que se ponga peor.

10. Si usted tiene opción escoja un hospital en el cual
muchos pacientes se someten al procedimiento o cirugía
que usted necesita. Los estudios muestran que los
pacientes tienden a tener mejores resultados cuando son
tratados en hospitales que tienen mucha experiencia
tratando la condición médica que ellos tienen.

11. Si usted está en un hospital considere preguntarle a
los profesionales del cuidado de la salud que tienen
contacto directo con usted si se han lavado las manos.
Lavarse las manos es una forma importante de prevenir la
propagación de infecciones en hospitales.

12. Cuando a usted le dan de alta del hospital pídale a su
médico que le explique el plan de tratamiento que usted va
a usar en su casa. Esto incluye aprender acerca de sus
medicamentos y determinar cuándo puede volver a
continuar con sus actividades regulares. Los estudios
muestran que en el momento de darle de alta los médicos
piensan que sus pacientes comprenden más de lo que ellos
realmente ellos saben acerca de lo que ellos deberían o no
deberían hacer cuando regresen a su casa.

13. Si usted va a ser sometido a una cirugía asegúrese de
que usted, su médico y su cirujano están de acuerdo y
tienen claro exactamente lo que se va a hacer. Hacer una
cirugía en el lugar equivocado, por ejemplo en la rodilla
izquierda en vez de la rodilla derecha es raro. Pero que
esto ocurra aun cuando sea una vez es demasiado. Las
buenas nuevas son que la cirugía en el lugar inadecuado
se puede prevenir 100%. La American Academy of
Orthopaedic Surgeons (Academia Estadounidense de
Cirujanos Ortopédicos) recomienda que los cirujanos
firmen sus iniciales en el lugar a ser operado antes de la
cirugía.

14. Hable si tiene preguntas o inquietudes. Usted tiene
derecho a cuestionar a cualquiera que esté involucrado en
su cuidado.

15. Asegúrese de que alguien tal como su médico de
cabecera esté a cargo de su cuidado. Esto es especialmente
importante si usted tiene muchos problemas de salud o si
está en un hospital.

16. Asegúrese de que todo el personal de atención
médica que está involucrado con su cuidado tiene la
información médica importante relacionada con usted. No
asuma que todo mundo sabe lo que necesita saber.
17. Pídale a un miembro de su familia o amigo que esté
con usted y que abogue por usted; alguien que pueda
ayudar a que las cosas se hagan y que pueda hablar por
usted en caso de que usted no pueda. Aun cuando usted
piense que no necesita ayuda ahora la puede necesitar más
tarde.

18. Sepa que "más" no siempre significa mejor. Es una
buena idea determinar porqué una prueba o tratamiento
se necesita y cómo éste o ésta puede ayudarlo. Es posible
que usted pudiera estar mejor sin hacérselo.

19. Si a usted le hacen una prueba no asuma que si no le
dan noticias eso significa que todo está bien. Pregunte por
los resultados.

20. Aprenda acerca de su condición y tratamientos
preguntándole a su médico y enfermera y usando otras
fuentes de información seguras. Por ejemplo las
recomendaciones de tratamiento con base en los últimos
datos científicos disponibles del National Guidelines
Clearinghouse (Caja de Compensación Nacional
Estadounidense de Pautas) en http://www.guideline.gov.
Pregúntele a su médico si su tratamiento está basado en
los últimos datos.

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